Un exempleado de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) fue sentenciado el lunes a casi 22 años de prisión por intentar transferir información clasificada a quien creía ser un agente ruso, pero que resultó ser un empleado encubierto del FBI.
Jareh Sebastian Dalke, de 32 años, se declaró culpable en octubre de seis cargos de intento de transmisión de información clasificada de defensa nacional. Hoy, fue condenado a 21 años y 10 meses de prisión.
Según el Departamento de Justicia estadounidense, Dalke admitió haber utilizado una cuenta de correo electrónico cifrada entre agosto y septiembre de 2022 para enviar extractos de tres documentos clasificados, con el propósito de demostrar su "acceso y disposición" para compartir información.
Christopher Wray, director del FBI, destacó que esta sentencia debería servir como "advertencia" a todos los responsables de proteger información de defensa nacional, subrayando las consecuencias de traicionar esa confianza.
Dalke, quien trabajaba como diseñador de seguridad de sistemas de información en la NSA, también solicitó 85,000 dólares a cambio de toda la información que poseía, lo que constituyó parte de los cargos en su contra.
El caso resalta la importancia de la seguridad de la información clasificada y el compromiso de las autoridades estadounidenses en la lucha contra el espionaje y la traición a la nación.
