Las hormigas, pertenecientes de la familia Formicidae y del orden Hymenoptera, pueden convertirse en una verdadera molestia cuando deciden invadir nuestros hogares en busca de alimentos, desde migajas hasta pequeños derrames. Sin embargo, existe un aliado inesperado en la lucha contra estas intrusas: el bicarbonato de sodio.

Este compuesto, comúnmente utilizado en la cocina y en la limpieza del hogar, tiene la capacidad de repeler a las hormigas gracias a su naturaleza alcalina. Estos insectos son extremadamente sensibles a los cambios en el pH de su entorno, y al entrar en contacto con el bicarbonato de sodio, se produce un desequilibrio en el pH de sus cuerpos que puede resultar dañino, alejándolas como resultado.

Una de las formas más sencillas de aprovechar las propiedades del bicarbonato de sodio es creando una barrera fina en las áreas por donde las hormigas suelen ingresar, como las puertas, ventanas o la cocina.

Otra técnica efectiva consiste en mezclar bicarbonato con azúcar. El azúcar actúa como cebo para atraer a las hormigas, mientras que el bicarbonato de sodio se encarga de eliminarlas. Para utilizar esta mezcla, simplemente combina partes iguales en un recipiente y colócalo en los lugares donde se observe actividad de hormigas. Con estos simples trucos, ¡dile adiós a las molestas invasiones de hormigas en tu hogar!