El fútbol americano está a punto de hacer historia con su incursión en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, a través de su modalidad de flag football. Y la gran novedad no solo es su inclusión oficial en el programa olímpico, sino también la autorización por parte de los dueños de equipos de la NFL para que jugadores activos representen a sus países en esta justa deportiva.

La decisión ha generado un gran revuelo en la liga. Estrellas como Patrick Mahomes ya han mostrado su interés en participar, mientras que voces desde la cúpula directiva de la NFL, como Troy Vincent, vicepresidente de operaciones, ven la iniciativa como una oportunidad “única para globalizar el deporte”.

Jerry Jones, propietario de los Dallas Cowboys, también celebró la resolución, afirmando que este paso puede fortalecer la presencia del fútbol americano fuera de Estados Unidos y elevar su atractivo internacional.

Sin embargo, aunque la resolución fue aprobada, su implementación será compleja. Uno de los principales desafíos será el límite de participación: cada país podrá incluir solo un jugador activo de la NFL, mientras que el Team USA estaría restringido a 10 jugadores en total. Además, cualquier participación estará condicionada a acuerdos entre la Asociación de Jugadores de la NFL (NFLPA) y los organismos olímpicos pertinentes.

Otro reto significativo es el calendario deportivo. Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 se celebrarán en julio, justo cuando los equipos de la NFL inician sus campamentos de pretemporada, por lo que liberar a jugadores clave podría interferir con la preparación rumbo a la temporada regular.

A pesar de los obstáculos, el entusiasmo no se ha hecho esperar. El interés de las grandes figuras, sumado al respaldo institucional, perfila una histórica primera aparición olímpica del flag football con representantes de élite. La presencia de atletas de la NFL no solo daría mayor visibilidad a la disciplina, sino que podría marcar un antes y un después en la expansión global del deporte.

Con Los Ángeles como sede, el escenario parece ideal para que Estados Unidos lidere este nuevo capítulo olímpico, ahora con el potencial de ver a sus más grandes estrellas defendiendo la bandera en un formato dinámico y accesible como el flag football.