El final del mandato de António Guterres como secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2026 ha desatado una oleada de especulaciones sobre quién podría ocupar el cargo. Uno de los nombres más destacados en la lista de posibles sucesores es el de la mexicana Alicia Bárcena, actual secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en el gobierno de Claudia Sheinbaum, según reportó El Universal.
Aunque no existe una norma oficial, la ONU suele seguir una rotación regional informal para designar a su líder, y tras décadas sin representación, todo apunta a que América Latina y el Caribe podrían tener nuevamente la oportunidad. Desde la gestión del peruano Javier Pérez de Cuéllar (1982-1991), la región no ha tenido otra figura al mando. Además, ninguna mujer ha ocupado nunca la Secretaría General, lo que abre la puerta a una posible doble ruptura histórica: una mujer y una latinoamericana en el cargo.
El perfil de Bárcena
A sus 72 años, Alicia Bárcena cuenta con una sólida trayectoria diplomática e internacional. Entre sus cargos más relevantes destacan:
• Secretaria Ejecutiva de la CEPAL (2008-2022), impulsando políticas de desarrollo sostenible.
• Secretaria General Adjunta de la ONU (2007-2008).
• Jefa de Gabinete de los exsecretarios generales Kofi Annan y Ban Ki-moon.
• Embajadora de México en Chile (2022-2023).
• Reconocida con doctorados Honoris Causa por instituciones como la UNAM, la Universidad de Oslo y la Universidad de La Habana.
Su proximidad con la presidenta electa Claudia Sheinbaum, quien también tiene una marcada orientación ambientalista, refuerza su visibilidad y respaldo dentro del gobierno mexicano. No obstante, Bárcena ha señalado que no se ha postulado formalmente, aunque apoyaría a cualquier mujer que decida hacerlo.
Otras contendientes en América Latina
Pese a su destacado perfil, Bárcena no es la única mujer latinoamericana con credenciales para ocupar el cargo. Entre otras posibles aspirantes se mencionan:
• Rebeca Grynspan (Costa Rica), actual secretaria general de la SEGIB.
• María Fernanda Espinosa (Ecuador), expresidenta de la Asamblea General de la ONU.
• Michelle Bachelet (Chile), ex presidenta y ex Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
Todas cuentan con experiencia en organismos multilaterales y podrían representar una competencia seria si se concreta el consenso regional.
Con el reloj corriendo hacia 2026, la atención internacional se centrará en los movimientos diplomáticos y apoyos regionales que puedan definir el rumbo de la ONU en una nueva etapa de liderazgo, posiblemente femenino y latinoamericano.
