UNAM revela alarmante historia de microplásticos en laguna mexicana

UNAM revela alarmante historia de microplásticos en laguna mexicana

Por primera vez en México, un equipo de científicos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM reconstruyó la historia de la contaminación por microplásticos en la laguna costera Estero de Urías, ubicada en Mazatlán, Sinaloa. Este trabajo pionero a nivel mundial ofrece una perspectiva a largo plazo de este problema ambiental, revelando niveles alarmantes de polución.

La investigación, liderada por Ana Carolina Ruiz Fernández y Joan Albert Sánchez Cabeza, analizó sedimentos fechados con plomo-210 (²¹?Pb), lo que permitió evaluar la evolución de los microplásticos desde el siglo pasado, con especial énfasis en el periodo posterior a 1950, cuando inició la producción masiva de plásticos.

“Los sedimentos son como un libro que nos permite leer capa tras capa la historia ambiental”, explicó Sánchez Cabeza. El estudio determinó que el polímero predominante en la laguna es el tereftalato de polietileno (PET), usado en botellas de plástico, reflejo de su alto consumo y manejo inadecuado.  

Según Ruiz Fernández, los niveles de microplásticos en Estero de Urías están entre los más altos a nivel global. La descarga de efluentes de plantas de tratamiento de aguas residuales y granjas de camaronicultura agrava esta situación, impactando directamente a las comunidades locales que dependen de la pesca en la laguna. 

“Estos contaminantes emergentes no solo afectan los ecosistemas, sino también la salud humana. Los microplásticos se han encontrado en tejidos, pulmones, e incluso en el líquido amniótico de personas vivas. Su impacto en nuestra salud aún es desconocido, pero es profundamente preocupante”, señaló Ruiz Fernández.
 
La investigación forma parte de la Red de Investigación de Estresores Marinos-Costeros en Latinoamérica y el Caribe (REMARCO) y del proyecto del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Este esfuerzo busca desarrollar metodologías armonizadas para monitorear microplásticos en la región.

Ruiz Fernández destacó que América Latina y el Caribe lideran estas iniciativas con protocolos uniformes que permiten comparar resultados entre países. “Es un paso crucial hacia la comprensión y solución de esta problemática global”, subrayó.

El equipo de la UNAM también trabaja en la reconstrucción de la contaminación por microplásticos en dos áreas protegidas de México: la Laguna de Términos y Marismas Nacionales, sitios Ramsar de relevancia internacional. Los resultados estarán disponibles el próximo año, aportando más datos para combatir esta creciente amenaza ambiental. 

Esta investigación no solo pone en evidencia la gravedad del problema, sino que también representa un llamado urgente a adoptar medidas para mitigar el impacto de los microplásticos en el medio ambiente y la salud humana.



Deja un comentario