Inah Canabarro Lucas, reconocida como la persona viva más longeva del mundo, falleció el pasado 30 de abril de 2025 a la edad de 116 años y 326 días. Su deceso fue confirmado por LongeviQuest, organización especializada en validar la longevidad humana. Su partida marca el fin de una vida extraordinaria y profundamente dedicada al servicio religioso y educativo.
Nacida el 8 de junio de 1908 en São Francisco de Assis, Rio Grande do Sul, Inah fue descendiente del General David Canabarro y desde temprana edad estuvo ligada a la espiritualidad. A los 16 años ingresó al internado Santa Teresa de Jesús, en Santana do Livramento, donde fue bautizada en 1926. Más tarde, se trasladó a Montevideo, Uruguay, y fue confirmada en la Iglesia Católica en 1929.
En 1930 regresó a Brasil para enseñar portugués y matemáticas en Tijuca, Río de Janeiro. Cuatro años más tarde, tomó sus votos perpetuos como monja, comenzando una vida de entrega a la educación y al trabajo pastoral en distintas ciudades del país. Desde 1980 residía en la Casa Provincial de Porto Alegre, donde continuó con su labor hasta sus últimos días.
La trayectoria de Inah fue reconocida en 2022, cuando se convirtió en la persona viva más longeva de América Latina tras el fallecimiento de Sofía Rojas. En febrero de 2024, fue oficialmente acreditada como la persona más anciana de Brasil. Finalmente, tras la muerte de la japonesa Tomiko Itooka en diciembre de 2024, Inah asumió el título de la persona más longeva del mundo.
Su longevidad la colocó en el lugar número 15 entre las personas más longevas registradas en la historia, siendo la tercera más anciana de Latinoamérica y la segunda de Brasil. Además, fue la segunda monja más longeva del mundo, solo superada por la francesa Lucile Randon.
Cuando se le preguntaba por el secreto de su longevidad, Inah respondía con sencillez: “El Señor es el secreto de la vida. Él es el secreto de todo”. Su estilo de vida modesto, su fe inquebrantable y su servicio incondicional a la comunidad fueron las bases de una existencia que ahora se convierte en ejemplo para muchos.
LongeviQuest, así como las comunidades religiosas y educativas donde sirvió, han expresado su pesar por la pérdida de Inah Canabarro Lucas, cuyo legado vivirá en los corazones de quienes la conocieron y en la historia de la longevidad humana.