Los Minnesota Timberwolves aseguraron su pase a las finales de la Conferencia Oeste con una victoria de 121-110 sobre los Golden State Warriors, cerrando la serie 4-1 en el Target Center de Minneapolis. Este triunfo marca la primera vez en la historia de la franquicia que los Wolves llegan a dos finales consecutivas del Oeste.

La figura del equipo, Anthony Edwards, brilló con una actuación completa: 22 puntos, 7 rebotes y 12 asistencias, mientras que Julius Randle lideró la ofensiva con 29 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias. Todos los titulares de Minnesota terminaron con dobles dígitos, destacando también Rudy Gobert, quien anotó 17 puntos con una efectividad casi perfecta (8 de 9 en tiros de campo).

Los Warriors, golpeados desde el inicio de la serie por la lesión de Steph Curry en el primer juego, no lograron remontar. El base estrella estuvo presente en Minnesota, pero solo para apoyar desde el banquillo. En su ausencia, Brandin Podziemski firmó una actuación destacada con 28 puntos —su mejor marca en playoffs—, y Jonathan Kuminga aportó 26 saliendo desde la banca.

Minnesota controló el partido desde el segundo cuarto, con un parcial de 9-0 que amplió su ventaja a 15 puntos al descanso (62-47). A pesar de un esfuerzo tardío de Golden State en el último cuarto, reduciendo la diferencia a solo nueve unidades, los Wolves mantuvieron la compostura y cerraron el juego sin mayores sobresaltos.

Con esta victoria, el equipo de Chris Finch aguarda al ganador de la serie entre los Denver Nuggets y el Oklahoma City Thunder para definir su rival en la próxima fase.

En la Conferencia Este, los Indiana Pacers ya se encuentran en la final tras eliminar a los Cleveland Cavaliers, y enfrentarán al vencedor entre New York Knicks y Boston Celtics.

Los Timberwolves siguen escribiendo un capítulo inédito en su historia y se perfilan como un contendiente serio al título de la NBA.