Aunque suene como un guion de ciencia ficción, la posibilidad de que el ser humano supere los 130 años de vida está sobre la mesa de debate científico. Algunos expertos aseguran que estamos cerca de alcanzar ese límite, mientras otros creen que ya hemos llegado al techo biológico de la longevidad.
La persona más longeva registrada oficialmente fue Jeanne Calment, una francesa que vivió 122 años y 164 días. Desde entonces, ningún otro ser humano ha podido alcanzar o superar esa marca. Sin embargo, las investigaciones no descartan que alguien lo logre nuevamente… o incluso vaya más allá.
Estudios recientes estiman que el límite natural de vida humana estaría entre los 115 y 125 años, debido al inevitable desgaste celular que ocurre con el paso del tiempo. Superar los 130 años, por ahora, es considerado casi imposible, aunque no completamente descartado.
Pero la genética no lo es todo. Los científicos señalan que hábitos de vida saludables son fundamentales para alcanzar edades avanzadas sin enfermedades graves. Comer bien, mantenerse activo, evitar el estrés crónico y cultivar relaciones sociales de calidad son factores determinantes en la longevidad.
“No se trata de dietas mágicas, sino de constancia”, destacan varios investigadores, al referirse a personas que sobrepasan los 100 años sin mayores complicaciones médicas.
A futuro, la tecnología podría jugar un papel decisivo. Terapias basadas en inteligencia artificial, medicina personalizada, y avances en genética prometen abrir nuevos caminos para extender la vida como nunca antes. Sin embargo, estos desarrollos aún están en sus primeras etapas, y no existe una fórmula definitiva para prolongar la vida más allá de los 130 años.
Por ahora, vivir más de 120 años sigue siendo una rara excepción. Pero con los avances científicos y un enfoque en el bienestar integral, el sueño de alcanzar el próximo siglo —y más allá— podría dejar de ser una fantasía para convertirse en una posibilidad real.
