La madrugada del viernes, los habitantes del noroeste del estado de Washington vivieron una escena tan inusual como alarmante: alrededor de 250 millones de abejas melíferas escaparon luego de que un camión que transportaba sus colmenas se volcara cerca de la frontera con Canadá, según informó The Associated Press.
El accidente ocurrió aproximadamente a las 4:00 a.m. en las inmediaciones de Lynden, cuando el conductor del vehículo —que transportaba 70 mil libras (más de 31 toneladas) de colmenas, equivalentes a unos 500 panales— perdió el control en una curva cerrada y terminó en una zanja. Afortunadamente, el chofer resultó ileso.
La situación desencadenó una rápida movilización de más de dos docenas de apicultores, equipos de emergencia y trabajadores públicos, que llegaron al sitio para intentar recuperar y reubicar las colmenas, evitando una posible tragedia ambiental. El plan, explicaron autoridades, consiste en permitir que las abejas encuentren nuevamente a sus reinas y regresen a los panales en las siguientes 48 horas.
Durante la operación, incluso los oficiales del sheriff del Condado de Whatcom se vieron obligados a refugiarse en sus patrullas debido a la densa nube de insectos. Las autoridades instaron a la población local a evitar la zona, mientras se continúa con las labores de rescate.
Las abejas, vitales pero en riesgo
El incidente vuelve a poner en el foco la importancia de las abejas para el ecosistema. Estos polinizadores esenciales son responsables de fertilizar más de 100 cultivos —desde frutas y vegetales hasta nueces y cítricos— y, sin embargo, su población se ha visto amenazada por varios factores:
• Uso indiscriminado de pesticidas e insecticidas
• Enfermedades y parásitos
• Cambio climático
• Pérdida de biodiversidad floral
Desde 2018, la ONU conmemora el 20 de mayo como el Día Mundial de las Abejas para concienciar sobre su protección. Según Alan Woods, presidente de la Asociación de Apicultores de Washington, este tipo de accidentes debería motivar la creación de protocolos de emergencia estandarizados para el manejo de grandes traslados de colmenas.
Aunque no es la primera vez que ocurre un incidente así —en 2015, 14 millones de abejas escaparon en un accidente similar cerca de Seattle—, el volcamiento del viernes representa uno de los mayores eventos de este tipo en años recientes.
A pesar del caos inicial, la rápida acción de los apicultores y el trabajo conjunto con las autoridades evitaron una catástrofe mayor. Sin embargo, el suceso deja en evidencia la fragilidad del equilibrio ecológico y la necesidad urgente de proteger a las abejas, pieza clave en la seguridad alimentaria mundial.