Este jueves, dos astronautas de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) llevaron a cabo con éxito una caminata espacial de seis horas para llevar a cabo mejoras en la Estación Espacial Internacional (EEI). Las astronautas Anne McClain y Nichole Ayers iniciaron la misión extravehicular (EVA, por sus siglas en inglés) poco después de las 9:00 hora local (13:00 GMT) y la concluyeron alrededor de las 15:00 hora local (19:00 GMT).

La caminata fue parte de los esfuerzos continuos para asegurar el correcto funcionamiento de la EEI, y las astronautas se encargaron de reubicar una antena de comunicaciones y de instalar un soporte para un conjunto de nuevos paneles solares desplegables conocidos como IROSA (International Space Station Rollout Solar Arrays). Estos paneles solares de última generación, que serán enviados en una futura misión de reabastecimiento de SpaceX, incrementarán la capacidad energética de la estación en un 30%, pasando de 160 a 215 kilovatios.

El sistema IROSA, a diferencia de los paneles solares tradicionales, cuenta con un diseño compacto y ligero que puede enrollarse y desplegarse en el espacio, lo que facilita su transporte y la instalación sobre la infraestructura ya existente de la estación. Esto permitirá reforzar los paneles solares originales, los cuales han perdido eficiencia a lo largo de los años.

Con esta caminata, la NASA logró la 93ª EVA realizada por Estados Unidos y la 275ª en total dedicada a la construcción y mantenimiento de la estación espacial. Además, esta caminata marcó un hito como la quinta misión extravehicular completamente femenina en la historia de la NASA. McClain, quien llevó a cabo su tercera caminata espacial, usó un traje con rayas rojas, mientras que Ayers, quien estaba en su primera EVA, no tenía distintivos en su traje.

La caminata espacial subraya el compromiso de la NASA para asegurar que la EEI siga siendo operativa, un laboratorio orbital que ha estado funcionando desde 1998 y ha sido un símbolo de la colaboración internacional en la investigación espacial.

Además, en 2024, la NASA seleccionó a SpaceX para desarrollar un vehículo espacial destinado a desorbitar y desmantelar la EEI al finalizar su vida útil en 2030, un proceso que incluirá una reentrada controlada a la atmósfera terrestre para minimizar los riesgos a áreas habitadas.