Obesidad infantil en México: una crisis de salud pública que amenaza el futuro

Obesidad infantil en México: una crisis de salud pública que amenaza el futuro

La obesidad se ha consolidado como una de las principales crisis de salud pública en México, afectando a millones de personas y generando un impacto económico estimado en 650 mil millones de pesos anuales, según un análisis reciente del Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques (CEIGB), del Senado de la República.

El documento, respaldado por datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras fuentes internacionales, alerta sobre la gravedad del problema, especialmente entre la población infantil. En los últimos 20 años, la obesidad en niñas y niños de 5 a 11 años casi se duplicó, pasando del 9% en 1999 al 17.5% en 2023. A nivel mundial, 390 millones de menores de entre 5 y 19 años tenían sobrepeso en 2022.

Uno de los hallazgos más alarmantes proviene de un estudio presentado en el Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO), que advierte que un menor con obesidad severa a los 4 años y sin reducción de peso podría tener una esperanza de vida de apenas 39 años. Sin embargo, la pérdida de peso temprana puede revertir ese pronóstico de forma significativa.

Causas multifactoriales y retos persistentes

El análisis del CEIGB subraya que la obesidad no solo es consecuencia de una mala alimentación, sino también del sedentarismo, la falta de acceso a alimentos saludables, y una cultura alimentaria poco favorable, exacerbada por el alto consumo de bebidas azucaradas —México es el país con el mayor consumo per cápita del mundo, con un promedio de 184 litros por persona al año.

Pese a los esfuerzos del gobierno, como la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, Obesidad y Diabetes (2013), el etiquetado frontal de advertencia (2020), y más recientemente la prohibición de comida chatarra en escuelas (2024), persisten cuatro grandes desafíos: recursos insuficientes, acceso desigual a servicios de salud, una cultura alimentaria poco saludable y baja adherencia a cambios sostenidos en el estilo de vida.

Llamado urgente a la acción

El CEIGB advierte que, de no implementarse acciones urgentes en los próximos cinco años, el panorama empeorará. Entre las medidas que recomienda la OMS para revertir esta tendencia están: fomentar la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, promover una alimentación equilibrada, incentivar la actividad física regular, garantizar al menos ocho horas de sueño y establecer impuestos y regulaciones más estrictas sobre comida chatarra.

Asimismo, se destaca la importancia de mejorar el acceso a espacios recreativos, fomentar la educación nutricional desde temprana edad y fortalecer la colaboración entre gobiernos, industria, sociedad civil y familias.

La obesidad infantil no solo amenaza la salud de futuras generaciones, sino también la viabilidad del sistema de salud mexicano, que ya enfrenta presiones significativas. El momento de actuar es ahora, concluye el análisis del CEIGB.



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