Trump considera vender su Tesla tras ruptura con Elon Musk

Trump considera vender su Tesla tras ruptura con Elon Musk

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estaría evaluando vender o incluso regalar el automóvil Tesla que adquirió a modo de respaldo simbólico a Elon Musk, en medio de una ruptura pública entre ambos, confirmó un funcionario de la Casa Blanca este viernes.

El vehículo, un Tesla Model S rojo, permanece estacionado en el garaje privado de la residencia ejecutiva, y su destino es incierto tras la tensa disputa que estalló entre el mandatario y el empresario sudafricano. La información fue confirmada a medios como The New York Times y ABC News, bajo condición de anonimato.

La controversia surgió tras una serie de ataques cruzados en redes sociales luego de que Musk criticara duramente el plan fiscal de Trump, el cual podría incrementar la deuda nacional en más de 2 billones de dólares. En respuesta, Trump insinuó que podría suspender contratos federales con las empresas de Musk, incluyendo Tesla y SpaceX.

El presidente también acusó a Musk de estar vinculado a los “archivos ocultos” del escándalo de Jeffrey Epstein, mientras que el CEO de Tesla replicó afirmando que Trump no habría ganado las elecciones de 2024 sin su apoyo.

En declaraciones telefónicas a ABC News, Trump dijo este viernes que Musk “perdió la cabeza” y aseguró no estar interesado en un acercamiento con su ahora exaliado: “No estoy particularmente interesado en hablar con él”, afirmó. Más tarde, en entrevista con CNN, agregó: “Ni siquiera estoy pensando en Elon”.

Fuentes cercanas al presidente indicaron que Trump se mostró más decepcionado que enojado, luego de haber manifestado una estrecha cercanía con el empresario durante los últimos años.

La ruptura no pasó desapercibida en los mercados: las acciones de Tesla cayeron un 14 % en Wall Street tras el estallido del conflicto, aunque este viernes registraron una recuperación del 6 % en los primeros tramos de la sesión bursátil.

La compra del Tesla por parte de Trump, realizada en marzo en un evento en la Casa Blanca, fue vista como una señal de respaldo en momentos en que Musk enfrentaba críticas y boicots contra sus productos, además de desempeñarse como figura clave en la controvertida Comisión de Eficiencia Gubernamental (DOGE), de la que recientemente se retiró.

La escalada de tensiones entre dos de los hombres más influyentes del mundo político y tecnológico abre un nuevo capítulo en las ya complejas relaciones entre poder empresarial y gobierno en Estados Unidos.


 



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