Aunque los brackets —también conocidos como frenos dentales— son tradicionalmente asociados con adolescentes, hoy en día su uso se ha extendido a personas de todas las edades. Sin embargo, especialistas en ortodoncia advierten que existen ciertas etapas de la vida donde se deben tomar precauciones especiales antes de iniciar este tipo de tratamiento.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Ortodoncia, no existe una edad prohibida para el uso de brackets, pero sí hay factores relacionados con la salud bucal y ósea que pueden limitar su efectividad o aumentar los riesgos, especialmente en adultos mayores.
“Lo importante no es tanto la edad, sino la salud bucal y ósea del paciente”, señalan los expertos.
A partir de los 50 o 60 años, muchos pacientes presentan encías retraídas, pérdida ósea, movilidad dental o enfermedades periodontales. Estas condiciones pueden dificultar el movimiento dental que generan los brackets, e incluso agravar problemas existentes si no se hace una evaluación cuidadosa.
Los ortodoncistas recomiendan hacer un análisis previo de la salud periodontal y ósea. En casos de infecciones, movilidad severa o pérdida significativa de hueso, el tratamiento podría no ser viable o requerir adaptaciones específicas.
Por otro lado, en niños muy pequeños, no se recomienda colocar brackets de forma prematura. Lo ideal es esperar a que erupcionen los dientes permanentes, lo cual sucede generalmente entre los 11 y 13 años. No obstante, desde los 7 años se puede realizar una evaluación ortodóntica temprana, ya que existen tratamientos interceptivos —como expansores o aparatos removibles— que pueden corregir problemas estructurales antes de recurrir a los brackets.
La adolescencia continúa siendo la etapa óptima para iniciar tratamientos con brackets. Durante este periodo, los huesos aún están en desarrollo, lo que facilita el movimiento dental y acelera los resultados. Además, los adolescentes suelen adaptarse mejor al tratamiento y cumplir de forma más efectiva con las indicaciones del ortodoncista.
Para los adultos jóvenes y aquellos con buena salud bucodental, los tratamientos ortodónticos siguen siendo efectivos. Hoy en día existen alternativas más discretas, como los alineadores transparentes, que pueden ofrecer excelentes resultados en determinados casos.