Por: Adrian Aguilar
La Papa y la Manzana 2
De nueva cuenta cruzaron caminos dos amigas
cuando del arból cayó por el viento y no tanto por madura
la manzana rodando llegó junto a la papa
y al chocar las dos gorditas simpaticas y bonachonas
exclamaron "Oh tenias que ser tu otra vez!"
Fue un acalorado dia de verano
de esos en que el viento sopla fuerte, seco y caliente
pero el ambiente parecia no importarle ya que en el piso
polvoriento y desaliñado
corría un riachuelo interno donde se encontraban las dos amigas
Señorita papa tu que no cambias nada!
Hola tu señorita manzana tampoco que tampoco cantas mal las rancheras
estas igualita de gorrosita que como cuando te conoci hace un tiempo
y despues de tan cortes y efusivo saludo se abrazaron contentas de verse
Dieron las primeras horas de la tarde donde el sol da tregua y se toma un descanso
seguian en el chismecito como si no hubiera un mañana
hablando de la pera que es tan inmadura y no combina con nada
... así decian las dos aventureras
La papa se jactaba de ser tan rica en el puré y en los calditos, no se diga de los taquitos
que también absorbe la maldad del hombre y da esperanza aunque la dejen en trozitos
La manzana no se quedaba atrás porque siendo tan dulce y de colores
podía acompañar las ensaladas
en las ferias de caramelo disfrazarse
y hacer feliz a quien se le cruzara en su camino
Total que no dejaban de festejarse sus logros y virtudes
mientras seguian hablando de la perita en dulce que nada mas no les pasaba
pero bien que se acordaban de ella
De pronto el sol se asoma de acariciando apenas sus siluetas
y deciden que ya es tiempo de ir a lo que sigue
... así que ahora empezaron a hablar de la zanahoria
y fijate que...